Gaeta, domingo 14 de febrero de 2021 – En el 160 aniversario del final del Sitio de Gaeta en 1860 – 1861, que marcó el ocaso del Reino de las Dos Sicilias, nuestra Sagrada Orden, gracias a la colaboración activa del Representante para la Ciudad de Gaeta, el Abogado Scafetta, organizó un programa de iniciativas religiosas y civiles.
Por parte de la Delegación de Roma y Lazio, intervinieron en la jornada conmemorativa el Delegado, S.A. Príncipe Orsini d’Aragona, el Vice Delegado, Conde Riccardo Langosco, el Consejero en el Ceremonial de las Sagradas Funciones, Cav. Oficial Dr. Rocco Marco Massara Ferrari.
Durante la ceremonia simbólica de izamiento de la bandera, realizada en la Montagna Spaccata, donde estaba ubicada la Batería Transilvania, el Dr. Leccese, Concejal Municipal, saludó a los presentes en nombre del Alcalde; luego siguieron con sus intervenciones el Coronel Lustrino – Comandante de la Escuela Militar Nunziatella de Nápoles – quien recordó la presencia de algunos alumnos de la Nunziatella, entre los intrépidos Caídos; el Presidente de Honor de la Asociación de Antiguos Alumnos, Dr. Giuseppe Catenacci; el Presidente de la sección Lazio, Ing. Giancarlo Carta, y el Abogado Scafetta.
SA el Príncipe Don Lelio Orsini concluyó celebrando los grandes valores cristianos perseguidos por Sus Majestades Reales, los Reyes de las Dos Sicilias; al final, el Capellán Militar de la Nunziatella bendijo una corona de flores, arrojada al mar en homenaje a los Caídos.
Tras la ceremonia civil, en el evocador marco del Santuario de la Santísima Trinidad custodiado por los Padres del Pontificio Instituto de las Misiones Extranjeras, – gracias a la disponibilidad del Rector, Padre Nevio Viganò – S.E. el Arzobispo de Gaeta, Mons. VARI, asistido por los Reverendos Sacerdotes y Caballeros Eclesiásticos Don Ettore Capra y Don Teodoro Beccia, ofició la Misa Prelaticia en sufragio de los Caídos.
En la homilía que pronunció a los presentes, Su Excelencia quiso detenerse en las virtudes cristianas demostradas por los Reyes durante el asedio, durante el cual se cuidaron de que el Ejército Borbónico mantuviera sentimientos de fraternidad cristiana hacia el enemigo.