«La Sagrada Orden Militar Constantiniana de San Jorge es una Orden de Caballería que, desde su origen muy remoto propone la exaltación de la cruz, la propaganda de la Fe y la defensa de la Santa Iglesia Romana, a la que está estrechamente relacionada gracias a los méritos especiales adquiridos en Oriente luchando contra los infieles y a través de múltiples testimonios de gratitud y de benevolencia recibidos de los Sumos Pontífices. Por lo tanto, no sólo es deber principal de los caballeros de vivir como perfectos cristianos, sino será también su prerrogativa de participar en todas las manifestaciones que contribuyen a aumentar los principios religiosos en los hombres y cooperar con todos sus medios para restablecer prácticas de vida cristiana. La Orden, para reforzar mayormente su institución secular, en conciliación con las exigencias de los tiempos, que a causa de su evolución han transformado todo el sistema de la sociedad actual, también se propone para dar su mayor y diligente contribución a las actividades de las dos grandes obras de eminencia social, la salud y la caridad.»
Estas son las palabras (Capitulo I), “Finalità dell’Ordine”, que abren los Estatutos de la Orden Constantiniana, describiendo la razón de la existencia de la Orden: el servicio para la Iglesia Católica y para los que sufren. El vínculo indisoluble entre la Iglesia Católica y la Sagrada Orden Militar se remonta a las origines de la victoria del Emperador Constantino contra Majencio en 312 d.C. en Saxa Rubra después de la visión de la Santa Cruz con la escritura “In hoc Signo vinces”. Desde entonces, la libertad de religión que otorgó Constantino a los cristianos por todo el Imperio Romano,se sigue agradeciendo con la estima y las donaciones que la Santa Sede y, a menudo, el Pontífice otorgan a la Orden Constantiniana.
El primer Pontífice que aprobó y confirmó la Orden Constantiniana en 1453 fue Calisto III, cuando los Príncipes Comnenos y los Caballeros, que dejaron Constantinopla después de la caída del Imperio Romano de Oriente a mano de los turcos, se fueron a Italia. Desde entonces muchos Pontífices confirmaron la Orden Constantiniana, otorgándole beneficios y protección: Inocencio VIII, Píio II, Sisto IV, Leon X, Pablo III, Julio III, Pablo IV (que con la Bula “Cum a Nobis petitur” confirmó todos los viejos privilegios a los Grandes Maestros de la Orden, recordando la protección secular) Pío IV (que con “Motuproprio” de 13 de noviembre de 1565 implementó que los Caballeros de la Orden Constantiniana disfrutasen los beneficios eclesiasticos), Gregorio XIII (el 10 de octubre de 1576 la Congregacion del Concilio reconoció que los Caballeros de la Orden Constantiniana constituyesen una religión cierta, capaz de obtener privilegios eclesiásticos y seculares), Sisto V, Clemente VIII, Gregorio XV, Urbano VIII, Alejandro VII, Clemente X, Inocencio XI, Inocencio XII, que, con la Breve “Sinceræ Fidei” de 24 de octubre de 1699 autorizó el pasaje del Gran Magisterio de la Sagrada Orden Militar de San Jorge desde el “solus superstes” de los Comnenos, el Príncipe Giovanni Andrea Angelo Flavio, a Duque Francisco I Farnese.
Clemente XI, que fue Cardenal protector de la Orden, con Bula de 12 de julio de 1706, aprobó los Estatutos Farnesianos de la Orden Constantiniana y reconoció todos los privilegios precedentes y, con Bula”Militantis Ecclesiæ” de 27 de mayo de 1718, dando sus felicitaciones a los Caballeros Constantinianos para haber traido a dos mil a Dalmacia contra los turcos bajo la protección de la Santa Sede, concedió los privilegios abadiales al Gran Prior, las insignas de prelado al clero y otras prerrogativas. Otros privilegios fueron concedidos por Benito XIII e Inocencio XIII. Luego, con Bula 12 de mayo de 1738, Clemente XII confirmó la dignidad de Gran Maestro de la Orden Constantiniana a Carlos de Borbón, Rey de Nápoles y Sicilia.
Desde entonces el Magisterio de la Sagrada Orden Militar de San Jorge pertenece al Jefe de la Real Casa de Borbón de las Dos Sicilias. Clemente XIII concedió otros privilegios (en caso de conflicto entre el Magisterio Constantiniano y Autoridad Eclesiástica sería solucionado por la Cámara Apostolica), Pío VI (que concedió a la Orden algunos beneficios de la suprimida Orden de S.Antonio), Pío VII, Pío VIII, Gregorio XVI (que concedió a Rey Fernando II la edificación, como ex-voto, la Basilica de S.Francisco de Paola en Nápoles), Beato Pío IX, San Pío X (que con “Placet” de 22 de marzo de 1911 aprobó la edificación de la Iglesia abadial de Santa María a Cappella- dicha – “delle Crocelle” – en Nápoles como sede de la Orden; Benito XV (que restituyó la Orden la Iglesia abadial Curata de S.Antonio.
Abad en Nápoles; el 9 de julio de 1919 aprobó las variaciones de los Estatutos de la Orden del Gran Maestro, el Príncipe Alfonso María de Borbón de las Dos Sicilias, Conde de Caserta). Pío XII, Juan XXIII y Pablo VI dieron Audiencia Privada al Gran Maestro S.A.R. el Príncipe Ranieri María de Borbón de las Dos Sicilias, Duque de Castro. S.S. Juan Pablo II dio Audiencia en San Pedro a todas las autoridades y a los Caballeros y Damas el 7 de octubre de 2000 bendeciéndoles con ocasión del Jubileo de la Sagrada Orden Militar Constantiniana de San Jorge. En estos años las actividades de la Orden siguen con actidud de servicio a la Iglesia y de la beneficencia. Para más información véase la página “actualidad y noticias” de este mismo sitio web.