Los Caballeros y Voluntarios de la Guardia de Honor en las Tumbas Reales de los Soberanos Borbones de la Delegación Nápoles y Campania dirigieron sus oraciones a la memoria de la Reina María Sofía Wittelsbach de Borbón y del Rey Fernando IV de Borbón.
A pesar de las traiciones y corrupciones, la figura de la Reina María Sofía, la última soberana del Reino de las Dos Sicilias, siempre fue radiante. Cuando sólo tenía diecinueve años, luchó heroicamente en Gaeta con su marido, el Rey Francisco II de Borbón, gracias a su valor y determinación, ayudando a todos los soldados heridos y moribundos y a los infectados por el tifus. Nada la detuvo, ni siquiera los peligros causados por las bombas. Su humanidad la hizo aún más cercana a sus soldados.
Fernando IV de Borbón fue uno de los soberanos más cercanos al pueblo. Pionero en la defensa de los derechos de los trabajadores, fue el primer Rey de Europa que creó e introdujo una ley especial para los trabajadores de la colonia real de San Leucio, orientada no sólo al beneficio industrial, sino también a unas condiciones de vida óptimas para sus trabajadores. El reinado de Fernando IV comenzó el 10 de octubre de 1759, fue el fundador de la Escuela Militar de Nunziatella, continuó la obra iniciada por su padre Carlos, es decir, el proceso de modernización social, económica, política y cultural del Reino de Nápoles, logrando importantes objetivos reconocidos por toda Europa.