Polistena, 28 de noviembre de 2015. La ciudad de Polistena, centro situado en las laderas del Aspromonte, hospedó la penúltima cita de la “Semana de la solidaridad – El hambre de nuestro vecino”, proyecto solidario en favor de las personas indigentes de la región realizado, como es bien sabido, por la Delegación Calabria, que quiso recoger la petición lanzada por nuestro Gran Maestro, promoviendo la iniciativa a través de una serie de servicios realizados también en colaboración con otras organizaciones humanitarias. La entrega de productos de primera necesidad donados por Esselunga S.p.A., concernió en el caso específico a la Parroquia de Santa Marina Virgen y Mártir donde opera la asociación de voluntariado “Il Samaritano”, empeñada en la actividad de la solidaridad humana y del amor Cristiano, a través de la promoción de iniciativas dirigidas a prevenir y curar el malestar social (ayuda a los jóvenes discapacitados, acogida de las personas en dificultad, sostén de los menores en situación de riesgo). Tras la entrega de los productos alimenticios a los voluntarios, realizada en los locales de la asociación misma, tuvo lugar, en la dieciochesca Catedral, la celebración de la Santa Misa oficiada por Mons. Giuseppe Demasi, que todos llaman “Don Pino”: un cura que lucha en primera línea, Vicario General de la Diócesis Oppido Mamertina-Palmi además de ser persona de referencia de “Líbera” en Calabria y reciente ganador del prestigioso “Premio Nacional Paolo Borsellino”, concedido a quienes han ofrecido una prueba de empeño, coherencia y coraje particularmente significativa en la propia acción social y política contra la violencia y la injusticia. Deseamos destacar el empeño concreto de Don Pino en la sociedad, sus éxitos operativos sobre todo en la gestión de los bienes confiscados a la “‘ndrangheta”, señales concretas de esperanza para la legalidad, el desarrollo y la convivencia de los hombres honrados del sur que confían en las instituciones. Don Pino quiso agradecer a nuestra Orden por estas Obras de Misericordia, “Por haber dado de comer a los hambrientos y vestido a los desnudos que llaman a la puerta del Samaritano”. El Delegado Vicario, Lic. Comendador de Mérito con Placa Aurelio Badolati respondió con conmoción: “Para nuestra Orden es una gran alegría haber obtenido aunque sea una sola sonrisa de los necesitados”, sin saber que poco antes le habíamos donado “nuestra” ropa a un muchacho del Mali, operado de urgencia en el hospital. Presenciaron la ceremonia los Caballeros de Mérito Rocco Gatto y Pasquale Zavaglia además del Coordinador de los Beneméritos Roberto Bendini.
La próxima y última cita tendrá lugar en Cosenza.