Reggio Calabria, noviembre de 2015. En la segunda década del mes de noviembre está previsto el inicio de la “Semana de la solidaridad”, proyecto solidario promovido por la Delegación Calabria, que concierne a una de las “misiones” ínsita en las finalidades de la Orden, es decir intervenir a favor de las personas indigentes mediante la recogida y distribución de alimentos de primera necesidad, que con la ocasión han sido donados (el entero contenido de un camión) por Esselunga S.p.A., una de las principales cadenas italianas en el sector de la gran distribución organizada. El todo gracias al eficaz interés del Gran Prefecto, S.E. el Embajador Augusto Ruffo de Calabria de los Príncipes de Scilla que por ello ha elegido justamente la Calabria como destino principal de estos bienes, en consideración a la triste primacía registrada por el Istat (Instituto Italiano de Estadística): es la región italiana con la mayor tasa de pobreza. El llamamiento humanitario que forma parte del proyecto “El hambre de nuestro vecino”, lanzado por el Gran Maestro, ya había sido acogido y anunciado por la cúpula de la Delegación mediante una serie de Servicios efectuados también en colaboración con otras organizaciones humanitarias. El todo se concretizará (y será sólo el comienzo) antes del fin del mes de noviembre, cuando todos los palés de víveres, transportados gratuitamente por una conocida empresa de transportes de Villaricca (NA), llegarán a Calabria para ser distribuidos a través de una serie de donaciones programadas en todas las provincias de la región y efectuadas sobre todo por Parroquias, Organismos Pastorales (Caritas), Comunidades de ancianos y jóvenes, los cuales, tras haber localizado a los más necesitados, aplicarán aquellos “Valores de la cristiandad” recientemente enunciados, durante una de sus últimas intervenciones, por el Vicario Delegado, Lic. Aurelio Badolati, Comendador de Mérito con Placa.
